En las iglesias quechuas se desconoce la importancia de enseñar a los jóvenes la palabra de Dios, se cree equivocadamente que la bíblia es para «cristianos maduros o adultos».
El jóven es ignorado en tiempo y en rol, muchas veces se desconoce el modo de llegar a ellos. Las iglesias no cuentan con creyentes adolescentes y jovenes.