Somos casados de 38 años, tenemos 3 hijos, vivimos en un pueblo llamado Pitumarca, mayormente nos ocupamos de tienda de ropas y abarrotes para sostenernos económicamente. Tiempo después de haber conocido a Cristo tuvimos un retroceso un tanto largo. Este tiempo trajo muchas dificultades y pruebas a nuestras vidas, caimos en cuenta que sin Dios nuestras vidas no tenian sentido, reconocimos a Dios y volvimos a buscarlo.
Volvimos a la iglesia, nuestra vida matrimonial se habia deteriorado y tambien afectaba la vida de pareja de nuetros hijos, la falta de comprension habia destruido casi por completo nuestra estructura familiar, no teniamos ganas de trabajar, vivimos sin espectativas, en un momento pensamos que la vida de esa manera no tenia sentido.
En esos tiempos agradecimos a Dios que en nuestra iglesia se llevaria a cabo el taller de matrimonio organizado por el ministerio ATEK, participamos al taller y fu recibimos respuestas a muchas de nuestras dificultades como pareja, Cristo restauro nuestro matrimonio y nos reconciliamos con nuestro Dios e iglesia. Nuestra vida mejoro gradualmente.
Ahora mí esposa está enseñando, ayudando y restaurando la vida matrimonial de nuestros hijos, igualmente con otras parejas. Desde la fecha que recibimos el taller de Matrimonios, sentimos compromiso por enseñar y aconsejar a nuestros hermanos, amigos y a las personas que vienen a comprar a nuestra tienda.